Piltriquitrón: caminando a la cumbre

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Es maravilloso a donde te puede llevar la libertad.

Si solo recordáramos hacernos cargo de ella más seguido, cada vez que consiente o inconscientemente tomamos una decisión, nuestra vida podría ser muy distinta, no crees?

La cumbre del Piltriquitron está a 2260 msnm y en este momento del año está completamente nevada, igual que el hermoso Refugio Piltriquitrón que se encuentra 700 msnm más abajo. No importa en qué época ni cuantas veces suba a este lugar: siempre está ahí para regalarme nuevas y hermosas experiencias, sensaciones y fotografías.

La decisión de salir

Luego de mirar el pico varios días por la ventana de casa, en un acto casi improvisado (de esos en los que nada puede salir mal) decido atender el llamado de mi espíritu y visitar una vez más el Piltriquitrón, que traducido de su lengua Tehuelche nos dice estar “colgado de las nubes”.

El desafío comienza subiendo con el auto hasta unos metros antes de la plataforma por la nieve, acomodar por última vez la mochi y arrancar motivada hacia el refu. El camino hasta ahí es bastante empinado, la helada de la noche despejada hizo que muchas partes se congelaran, por lo que caminar a un ritmo despacio y atenta fue importante para no pegarme ninguna patinada que me deje sentada de culo en el suelo!

Un Domingo con pocas nubes en el cielo anuncia un hermoso ascenso, más todavía las temperaturas rondan los pocos grados y se siente el invierno en los dedos y en la nariz.. una vez arriba, los refugieros Rodo y Nahir (personas magia si las hay) me reciben con el calorcito de la leña encendida. Nos ponemos al día con algunas charlas y, luego de conocer un poco el estado del sendero, continuo camino a la cumbre.

Piltriquitrón

Camino hacia la cumbre…

Siendo las 10:40 am, con los lentes puestos y las trampas de nieve de los pantalones bien ajustados, empiezo a hundir mi andar en la nieve ahora ya más profunda. Aunque la huella facilitó el camino durante la primera media hora, una vez en la planicie decido abrir mi propia huella desviándome cuesta arriba. Cuatro días de Sol seguidos, con noches totalmente despejadas y otros factores, hizo que la nieve este dura, por lo que no fue necesario el uso de raquetas ni crampones.

En el ultimo tramo del ascenso, con algunas ráfagas de viento muy frio, decido unir mi huella con otra ya trazada; la nieve se estaba sintiendo a un punto casi de ser hielo y por el grado de inclinación si me resbalaba podía perder varios metros para abajo deslizándome, no quería que eso pasara y esforzarme de más.

Para quien alguna vez pudo caminar visualizando una cumbre, al contrario de sentir avanzar hacia ella, pareciera que siempre está en el mismo lugar, o peor.. que se aleja! Jaja.. los últimos minutos fueron con esfuerzo, pero la sonrisa intacta.

Llego a la cumbre, clavo mi bastón y apoyo mi mochila al lado del monolito.. me abraza la inmensidad, miro y siento todo lo que me rodea, mis ojos se llenan de emoción, y adivinen qué? La cumbre del Piltri tiene más señal que mi casa! Así que decido hacer una video llamada con mi familia: mama Pato, papa Lolo y hermana Martu, toda en Bs As.. regalarles ese pedazo de cielo y tierra tan especial para mí.

Piltriquitrón

El momento de bajar

Luego de sacar algunas fotos, comer mi merecido pedacito de chocolate y tomar algo de agua tibia, el frente de nubes entrando por la cordillera y el viento ahora más frio y fuerte me dicen que es un buen momento para emprender la vuelta. Casi dos horas caminando, por 20 minutos que valieron complemente la alegría. Elevo mi última intención al cielo, abrocho todos mis abrigos y empiezo la bajada. La verdadera cumbre, es cuando uno llega a casa.

La bajada siempre es un poco más rápida, culipatineando como una niña gran parte del camino, riendo y siendo muy feliz, visualizo el refugio a pocos metros. Las nubes habían copado todo el cielo y pensaba, que sincrónico es todo..

El final de la aventura

Mientras espero que mi ropa se seque un poco en el calor del tacho del refugio, me como unas frutas y charlo con algunas personas que andaban paseando por ahí. Mi corazón estaba enorme y mi alma me agradecía por haberle hecho semejante regalo.

Me despido de Rodo y Nahir, con ganas de volver a verlos pronto, y encaro la bajada hasta el auto. Llegar, sacarse las capas de abrigo una por una, prender el auto y bajar de la mano de la música de Fémina, me hizo sentir una satisfacción enorme por todas y cada una de las decisiones tomadas (hasta la más pequeña). Somos seres únicos y tenemos todo para disfrutar de nuestra libertad, yo me pregunto… ¿Cuántas veces somos conscientes de ella?

Piltriquitrón

Por un final del 2020 lleno de buenas decisiones. Aho!

Por Vicky Mojoli
Nota de redacción: Aclaramos que Vicky tiene experiencia en trekking de montaña, fue refugiera en dicho cerro y ha hecho este y otros ascensos más técnicos en otras oportunidades. Solo recomendamos este tipo de travesías a personas con experiencia y sino, acompañados por un guía de montaña.

Last modified: 7 octubre, 2020